Elfyn Evans no está guardándose nada en su intento desesperado por arrebatar los honores a Sébastien Ogier. Pero Thierry Neuville -que no aspira a tanto como él-, desde luego, tampoco. Si Evans salió rápido esta mañana, destacándose claramente con su Toyota al finalizar los tres primeros tramos, el belga se esmeró todavía más por la tarde, destilando un manejo fabuloso al volante de su Hyundai, que rentabilizó con tres especiales y un exiguo liderato de apenas siete décimas respecto del galés.

El único oponente cara al título que le queda sobre la mesa a Ogier, con el que Dani Sordo lucha en pos de volver al podio de Cataluña. El objetivo asumible que se marca el cántabro después de una primera jornada con nuevas variantes en el recorrido de los tramos, que se han ensuciado bastante más de lo habitual por estos lares. Un inconveniente para el español desde esta mañana, al haber encarado las especiales todo el día varios coches por detrás de sus directos rivales.

Gracias al buen hacer de Neuville y de Sordo, Hyundai se enfrascó en un mano a mano con los Toyota de los dos contendientes por el título, pese al percance que descartó esta tarde a Ott Tänak cuando seguía la estela de Kalle Rovanperä, tras un prematuro trompo. Por ende, el siguiente piloto en la clasificación del equipo coreano es ahora Oliver Solberg, octavo, tras los Ford de Adrien Fourmaux y Gus Greensmith, y la vara de medir para un Nil Solans con más problemas de los deseados en su primera jornada de trabajo al volante de un WRC.

    1er. Día – Rally de España    

S.B