«Necesitamos más. No es suficiente. Hay que trabajar». Estas palabras fueron un denominador común en las declaraciones que tanto Valentino Rossi como Maverick Viñales hicieron en los cuatro días de test que se llevaron a cabo en Valencia y Jerez.

Aunque los dos pilotos oficiales coinciden en la mejora que representa el nuevo motor de cara a 2020 que Yamaha trajo, también mostraron su preocupación porque sigue por detrás del resto de las marcas. En ambos trazados, cuya recta principal no llega al kilómetro, las M1 se quedaron lejos en velocidad punta de Ducati y Honda, lo cual podría ser una verdadero handicap en circuitos como Mugello o Tailandia.

El español y el italiano le pidieron a Yamaha hacer un motor que corra más, pero que no pierda el carácter en la entrega de potencia. La pareja trató de recopilar la máxima información posible en los dos test para que los ingenieros japoneses continúen trabajando este invierno.

Sin embargo, Massimo Meregalli, el director del equipo oficial Yamaha en MotoGP, contó en Jerez que el motor que montaron estos días está próximo a la versión definitiva que se homologará en Qatar para toda la temporada. «Espero recibir alguna pequeña actualización en Sepang, pero nada grande, porque la manejabilidad y la fiabilidad es muy importante. Para llegar a este punto, seguro que (los ingenieros) emplearon mucho tiempo y por eso no lo puedo imaginar. Seguro que no es la versión definitiva, pero está cerca», comentó.

El director del equipo defendió el trabajo hecho por los ingenieros de la marca, pero recalcó que a pesar de que Honda y Ducati también dieron un paso, la diferencia no es abismal. «Sí, mejoramos, pero ellos también lo hicieron. Aquí la velocidad máxima no marca la diferencia, y comprobando los resultados, la distancia no es grande. En Valencia seguro que fue más grande», concluyó.

S.B

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