Tras la contratación a última hora de Álex Márquez por Honda, la marca del ala dorada decidió que el catalán se estrenara este martes y miércoles en el test de Valencia dentro del box del LCR, donde estaba ausente Takaaki Nakagami, todavía convaleciente de su reciente operación. En tanto, el segundo lugar en el garaje de Repsol fue para el probador de HRC, Stefan Bradl.

En Jerez, la semana que viene, el menor de los hermanos de Cervera ya compartirá equipo con Marc Márquez, después de que en su debut lo haya hecho con Cal Crutchlow. El español dedicó las dos jornadas a acoplarse a su nueva montura, mientras que el británico estuvo colaborando en el desarrollo de la moto de 2020.

Además, El menor de los Márquez confirmó que su equipo técnico estará formado en su mayoría por el mismo que trabajó con Jorge Lorenzo este año. En él se incluyen tres miembros que trabajaron con Crutchlow hasta 2018 y que abandonaron el staff cuando llegó el mallorquín.

Al de Coventry no sentó bien que con el retiro del #99 no se los hayan devuelto. «Honda me quitó a tres de mis chicos el año pasado y ahora son del equipo de Honda. Los sacaron del equipo y los pusieron en Honda. Fue decepcionante. No me los devolvieron. No creo que le supongan mucha diferencia a Alex. A mí sí me haría una gran diferencia. Él está aprendiendo. Pero es así y tengo que aceptarlo», señaló Crutchlow.

El británico, descartado por Repsol, reivindicó que es el único piloto que subió al podio y ganó carreras con Honda junto a Marc Márquez en los dos últimos años. «Soy el único que puede subir al podio con Marc. Este año, el año anterior y probablemente el próximo. Espero que Taka dé un paso y creo que lo hará, pero el más cercano a Marc soy yo, así que seguramente deberían reforzarme, no debilitarme. No tengo ni idea de qué va a cambiar el próximo año, pero algo va a cambiar», aseguró.

Tras su grave lesión en el Gran Premio de Australia 2018, Crutchlow se enfrentó a un duro proceso de rehabilitación el pasado invierno que a punto estuvo de empujarlo al retiro. El piloto del LCR tenía previsto pasar de nuevo por el quirófano tras la carrera de Cheste para retirar las placas que tiene en el tobillo, pero el apretado calendario de test de final de temporada pone en duda que pueda llevarse a cabo.

De esta manera, el británico de 34 años deberá evaluar los pasos a seguir. «Me iba a perder el test de Jerez, pero ahora parece que no es factible porque no podemos garantizar que el hueso estará bien cuando tenga que andar en bicicleta de nuevo. No quiero estar en invierno en rehabilitación. Creo que lo mejor sería quitarlos, pero con Jerez en menos de 10 días no puedo hacerlo. Me habría arriesgado si no tuviéramos el test. No tengo dolor, pero hace dos días fue horrible», comentó.

«En una semana podría estar bien o peor. Si quitan la placa, ¿empeorará el próximo año? No lo sé. Podría ser un riesgo porque tocan el nervio. Si llega al punto en el que no puedo lidiar con el dolor o me obstaculiza, lo quitaré. Podría retrasar un poco el entrenamiento de invierno este año. Normalmente comienzo el 1 de diciembre y hago unas 100 horas en diciembre y otras 100 en enero. Puedo tomarme una semana y comenzar un poco más tarde, pero depende de cómo me sienta», finalizó Crutchlow, que terminó el test de Valencia con el cuarto mejor tiempo.

S.B

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