La gran revolución de reglas técnicas, deportivas y financieras de la Fórmula 1 para la temporada 2021 finalmente fue aprobada con la exhibició de su renovado diseño.

Las partes involucradas en darle forma a la F1 llevaban meses debatiendo cómo sería la nueva reglamentación, y la falta de acuerdo y entendimientos provocó que la fecha límite original, que era para mediados de 2019, se postergara. Sin embargo, después de ser aprobado por el Consejo Mundial del Deporte Motor de la FIA este jueves, las nuevas reglas ya están listas para ser publicadas.

El presidente de la FIA, Jean Todt, se unió al CEO de la F1, Chase Carey, al director deportivo, Ross Brawn y al jefe de asuntos técnicos de la FIA, Nikolas Tombazis, en una conferencia de prensa especial sobre la publicación de las nuevas reglas en el Circuito de las Américas de Austin, escenario este fin de semana del Gran Premio de los Estados Unidos. «Los autos podrán correr mas de cerca ahora que es muy importante y la acción en pista será mejor con más opciones de adelantar. El objetivo es tener un campeonato más apretado y menos previsible en pista, ésa es la idea», comentó Todt.

Carey, por su parte, también se pronunció al respecto. «Es un nuevo capítulo para la Fórmula 1. Como dijo Jean, este es un día muy importante. Queremos respetar el ADN de la F1», afirmó.

La FIA y la F1 investigaron de manera exhaustiva los nuevos reglamentos técnicos en un intento por crear autos que sean más fáciles de seguir y hacer que tengan un aspecto más «futurista». La evaluación de la F1 con los cambios en el programa de un fin de semana de Gran Premio y otros elementos de la competición también deben aclararse en las nuevas reglas deportivas, pero se dejó claro que el campeonato planea pasar a un formato más compacto de fin de semana de tres días, en lugar del programa actual de cuatro días.

Entre las reglas financieras destaca, por primera vez en la historia de la F1, la llegada de un límite de gastos para los equipos fijado en 175 millones de dólares. Este será el límite para un calendario de 21 carreras, con un millón sumado o restado por el número de carreras por encima o por debajo de este punto de referencia en un año dado.

El tope de gastos excluirá los «costos de los pilotos» y los «costos de las tres personas mejor remuneradas», entre otras áreas de gastos.

Durante este tiempo de incertidumbre, Ferrari se mostró crítico con el aspecto de las nuevas reglas, y tiene derecho a vetar los cambios si considera que no son lo mejor para el campeonato. El director del equipo, Mattia Binotto, que indicó el mes pasado que sería una «pena» tener que ejercer ese derecho a veto, le contó Motorsport el último fin de semana que decidiría qué hacer «después de que se haya publicado el reglamento».

En cuanto al nuevo auto, del que se mostró la maqueta desarrollada estos meses en la ciudad suiza de Hinwil, se destaca la nueva aerodinámica simplificada en los alerones delantero y trasero, la eliminación de los «bargeboards» (conjunto de deflectores laterales a la altura de la boca de los pontones) y la potenciación del efecto suelo con un nuevo fondo y difusor. La trompa es más larga y con una mayor capacidad de absorción de impactos.

El objetivo es que el monoplaza de detrás tendrá un apoyo del 86 por ciento (ahora es del 55 por ciento) respecto del total del que va con una distancia de un coche por delante. Eso significará poder ir más cerca, y mas con más posibilidades de atacar y superarlo.

El peso mínimo del auto aumentará de 743 a 768 kilos, ya que los nuevos neumáticos Pirelli de 18 pulgadas (en lugar de las 13 actuales), aumentan el peso, así como la restricción de materiales ligeros y la implantación de piezas estándar, que hacen crecer el peso total.

Los motoristas ganaron la batalla por mantener el actual propulsor V6, de 1.6 litros, con el MGU-K (generador cinético) y el MGU-H (generador calorífico) que conforman la parte eléctrica o ERS. Se limitarán algunos materiales y el peso de la estructura aumentará en 5 kilos. Tampoco habrá exclusividad en cuanto al suministro de la centralita electrónica o los turbos, mientras que los fabricantes estarán obligados a dar a sus clientes la misma especificación que la que ellos usan en sus coches.

Las nueves normas tratan de limitar el desarrollo de elementos muy caros que hacen poca diferencia y en la que los grandes equipos hacen pequeñas ventajas. El desarrollo de la caja de cambios, por ejemplo, no podrá renovarse de forma completa en cinco años.

También se restringe cualquier tipo de suspensión hidráulica o con sistemas de ayuda con efecto aerodinámico como «flick» o «mass damper». Las llantas y las tuercas tendrán un diseño idéntico para todos los fabricantes, y las mantas serán por un suministrador único, por lo que todos estos elementos contribuirán a un gasto más contenido.

S.B

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