Fernando Alonso junto a su Toyota número ocho, Kazuki Nakajima y Sébastien Buemi se adjudicaron el campeonato del WEC luego de vencer en las 24 horas de Le Mans por delante de José María López, quién tuvo problemas en el TS050 número 7 a falta de una hora.
A poco más de una hora, el Toyota 7 sufrió una pinchadura con Pechito López al volante y perdió sus más de dos minutos de ventaja que tenía sobre el #8, cayendo a la segunda posición al tener que recorrer lento más de medio circuito.
La ventaja pasó a ser de un minuto con 58 minutos para la bandera a cuadros, y aunque López fue más rápido que Nakajima, la distancia era demasiado grande.
A falta de 28 minutos Toyota llamó al auto número ocho a boxes para su último pits top, lo que devolvió a la punta de la carrera al siete, que aún tenía que parar. Cuando el siete entró a cargar combustible, la distancia para el #8 era de 25 segundos, y no cambió.
Quedaban 17 minutos cuando Pechito recibió un mensaje lo suficientemente claro: «Trae el auto a casa», y Nakajima llevó por segunda vez el TS050 Hybrid hasta la bandera a cuadros en primera posición.
De esta forma, Además, Alonso, Nakajima y Buemi cumplieron con el trámite de quedar entre los siete primeros (lo que necesitaban) y son campeones del mundo otra vez. El siete de Pechito se mantuvo en punta durante la mayor parte de la competencia, pero en el final ocurrió este infortunio que lo dejó sin chances.