A la espera de recibir la oferta de Ducati que constate el interés real de la marca italiana por retenerlo, Andrea Dovizioso ya mantiene contactos con Honda y Suzuki.
Desde que llegó a la marca italiana, en 2013 y procedente del Tech 3, el rendimiento del piloto de Forlì fue de menor a mayor. En ese tiempo, la tendencia que siguió su salario fue a la inversa. Esa inercia se acentuó en la última renovación, en la que Ducati le puso encima de la mesa una oferta a la baja con carácter innegociable: los más de 12 millones de euros que la casa de Borgo Panigale tuvo que ofrecerle a Jorge Lorenzo para que el español se uniera al proyecto limitaron a menos de dos millones el sueldo base destinado a Dovizioso.
Las seis victorias y los ocho podios acumulados a lo largo del año pasado completaron sus ingresos a final de temporada, que de cualquier forma no llegaron a la mitad de los que cobró su vecino de garage. A pesar de comenzar este 2018 como uno de los principales candidatos a llevarse el título, el acuerdo que une al italiano con la escudería boloñesa es el mismo que hace 12 meses, algo que, como es lógico, le cuesta digerir. Más aún después de haberse impuesto el domingo en Qatar, en el arranque del campeonato.
Con las dos Yamaha oficiales adjudicadas a Valentino Rossi y Maverick Viñales hasta 2020 y Marc Márquez vinculado a Honda por ese mismo período, Dovi sigue pendiente de recibir la oferta de renovación por parte de Ducati, que evidentemente quiere retenerlo y que, con casi toda seguridad, le hará una propuesta acorde con el papel que juega el #04 hora mismo en el equipo. “Dovi solo quiere que se lo valore. Lo que no va a permitir es que Ducati vuelva a ponerle como excusa el dinero que hay que darle a su compañero”, afirmó alguien muy cercano al líder del campeonato.
A la espera de que llegue esa proposición en firme de la compañía de las motos rojas, algo que el domingo pasado no había ocurrido, Dovizioso no se quedó parado y ya mantuvo contactos con Honda y Suzuki, aunque sigue dando la prioridad a Ducati, que hasta ahora estaba tratando de cuadrar el presupuesto disponible para determinar la bolsa de dinero que podrá destinar a pagarle a él y a Lorenzo, cuyo contrato también vence el próximo 31 de diciembre.
S.B