Una invitación, no una llamada oficial. El lunes por la mañana en la oficina de la Plaza de la Concordia de París, el presidente de la FIA, Jean Todt, se reunirá con Sebastian Vettel. El piloto de Ferrari, según se supo, no estará acompañado de un equipo legal de la Scuderia porque no va a haber ningún proceso. Lo que habrá en la capital francesa será una charla amistosa de la que es difícil predecir los efectos que se puedan generar.
No se sabe nada más, ya que tanto la FIA como Ferrari pusieron un candado a la información, casi como si se tratara de una reunión privada. A la espera de ver quién se sentará la mesa parisina, lo único cierto es que en este encuentro no se alcanzará una acción definitiva.
En el caso de que Todt decidiera un duro castigo, tendría que ser notificado al Tribunal Deportivo de la FIA, un órgano que se encarga de deliberar las posibles sanciones. Excluyendo cualquier decisión del presidente del organismo, el riesgo (siempre considerando la posibilidad remota de que la FIA decida castigar aún más a Vettel) es que el proceso pueda incluso prolongarse más allá del Gran Premio de Austria.
Aunque el Tribunal Deportivo podría pronunciarse rápidamente, el equipo tiene el derecho de apelar y solicitar la suspensión de dicha orden, prolongando el proceso. Un escenario, este último, que no ayudaría al Mundial y que, obviamente, no agradaría a Liberty Media, que sabe que al lucha Hamilton-Vettel es la fuerza impulsora del campeonato.
S.B