La marca italiana acudió a la reunión de este viernes entre la FIA, los motoristas actuales de F1 y Volkswagen para hablar sobre el futuro de los propulsores a partir de 2020.

En la reunión que la FIA y los cuatro motoristas de la F1 actual (Mercedes, Ferrari, Renault y Honda) tuvieron este viernes en París, no solo estuvo Stefan Domenicali representando al Grupo Volkswagen, sino que también Heinz Harald Wester fue enviado por Alfa Romeo a la cita.

La presencia de la marca italiana en París tiene su relevancia, ya que implica que las declaraciones de Sergio Marchionne, presidente del Grupo FIAT, podrían llegar a transformarse en realidad. Aun así, Alfa Romeo se encargó de matizar las palabras del directivo recientemente en una entrevista.

La reunión en la Plaza de la Concordia fue convocada por la Federación Internacional para sondear a los motoristas interesados en la Fórmula 1 para después de que finalice el actual Pacto de la Concordia en 2020, cuando terminará la reglamentación de los motores actual.

Además del manager, también fue invitado a trabajar en la reunión un técnico de producto. El objetivo a nivel técnico, de hecho, no es el de olvidarse de lo híbrido, sino de reinterpretar el concepto de manera innovadora para que a los monoplazas de la F1 puedan llegar soluciones útiles para el desarrollo de los autos de calle.

El presupuesto necesario para diseñar un motor de F1, por lo tanto, podría ser financiado, al menos en parte, por el área de investigación y desarrollo de la casa italiana y no sería a fondo perdido, ya que se utilizaría como base para el futuro de coches de calle híbridos de Alfa Romeo.

Esta reunión, además, podría haber sido providencial para tratar de mantener en la categoría a Honda, después de los problemas que han tenido los japoneses desde su regreso al Gran Circo.

La intención común sería encontrar una simplificación técnica de los híbridos que permita también un adecuado recorte de gastos, pero dejando los contenidos innovadores que puedan incrementar la eficiencia de los propulsores. El regreso a los motores aspirados no parece estar encima de la mesa.

S.B