Todas las reacciones y declaraciones que se leyeron durante el invierno europeo apuntan a una misma dirección, a la única que ven posible en sus mentes, a la que mejor serviría al interés de la Fórmula 1, a volver a luchar por ser los mejores. Red Bull cree, Renault cree, todos creen: Mercedes al fin tendrá un digno rival en la era híbrida. Si el motor empuja lo suficiente, el chasis hará el resto, y los franceses darán la mejora prometida.
“El rendimiento de la unidad de potencia estará entre 900 y 950 caballos. No estaremos al nivel de Mercedes al principio, pero nos gustaría creer que si lo suficientemente cerca como para que Red Bull pelee con ellos si hay un buen chasis, y estoy seguro de que así será”, esas son las cuentas que hace Cyril Abiteboul, y le salen. A mediados de 2016 superaron la barrera de los 900 caballos y el motor Mercedes será el que más cerca ronde los 1.000 (los alcanzaron en la clasificación de Singapur).
“Los equipos que cuentan con llegar a 1.000 caballos quizá sean demasiado optimistas. Creo que ni Mercedes lo hará”, asegura el director general galo en ‘Auto Motor und Sport’. Con ese avance en Red Bull podrían contrarrestar la diferencia con su eficiente aerodinámia, mientras que para 2018 el reto es igualar el rendimiento: “Tenemos conceptos radicales para saltar sobre esta marca, pero necesitamos más tiempo. Nuestro objetivo es anular el motor Mercedes en 2018, este año deberíamos estar un poco detrás de ellos”.
Ferrari debería estar a la par en caballos, pero por debajo en chasis. Red Bull será el que más lo aproveche, pero todos los clientes de Renault se beneficiarán del propulsor mejorado.