Ross Brawn es una de las pocas personas que de verdad está en cierto contacto con la familia de Michael Schumacher, como exjefe y amigo del piloto tanto en Ferrari como en Mercedes.
Lo último que se sabe del piloto alémán, aún convaleciente de su grave accidente de esquí en diciembre de 2013 es que no puede hablar, según el abogado de la familia dijo en un juicio que se sigue en Alemania, si bien lo demás sigue siendo alto secreto por decisión familiar.
Ahora Brawn da algún indicio más : “La familia eligió llevar la convalecencia de Michael en privado y debo respetarlo”, aseguró en la BBC. “Hay signos alentadores y todos estamos rezando todos los días para ver alguno más. Así que es difícil para mí decir mucho más porque respeto la privacidad familiar”, afirmó.
“Todo lo que puedo agregar es que hay mucha especulación sobre la condición de Michael y la mayoría es equivocada. Nosotros solo rezamos y esperamos cada día para que continuemos viendo algo de progreso y podamos verlo algún día fuera de su casa y recuperado de sus terribles heridas”