«Yo sigo haciendo lo mío, claro que es importante ser campeón de Fórmula 2, que llama la atención, pero no te da un asiento en F1 de forma exacta en ese momento». Así habla Mick Schumacher, hijo del Kaiser ya atravesando los 21 años y flamante líder de la F2 tras la fecha de Mugello.

No le fue mal en el periplo italiano de Monza-Mugello a Mick, con 55 puntos en las cuatro carreras, una victoria en Monza avivando recuerdos de su padre, y atrapando el liderazgo en Mugello vestido todo el fin de semana de rojo Ferrari entre los festejos de los 1000 Grandes Premios de la casa de Maranello en la Fórmula 1.

Ahora le lleva 8 puntos (161 a 153) a Callum Ilott, también de la Academia Ferrari, y 16 a Christian Lundgaard. No es un campeonato fácil, con otro piloto de la Academia como Robert Shwartzman también al acecho en la cuarta ubicación. Los Lundgaard y Guanyu Zhou (el terror de los e-sports en época de confinamiento), de la cantera de Renault, o los Felipe Drugovich o Dan Ticktum, son carne de F1 más tarde o más temprano.

Así que liderar el campeonato con regularidad es el escenario es el ideal y la ruta es la marcada por su equipo y por sus asesores: subir los peldaños de uno en uno y por méritos, no sólo por el apellido, aunque sea el más famoso de la F1. Ascender cuando hay título, y eso que este año en teoría le podía valer quedar entre los tres primeros para dar el salto, según cuentan los más cercanos a la familia.

Schumacher, que reconoce que Sebastian Vettel le está dando algún que otro consejo de lo más válido (Seb es ferviente admirador de su padre desde que lo conoció manejando en su karting de Kerpen cuando era un niño), tiene todo este sueño a tiro, y le quedan tres fechas más, en Rusia y dos en Bahréin.

Entre medio de ambas citas, Alfa Romeo tiene previsto activar su bautismo de fuego, dejándolo participar en los entrenamientos libres del viernes del Gran Premio de Alemania en el circuito de Nürburgring el 11 de octubre. «Este circuito es la sala de estar de su padre. Sería una historia increíblemente emotiva si esto sucediera», aseguró Mirco Markfort, director gerente del circuito alemán.

Más recuerdos y nostalgia, pero sobre todo, futuro, porque se trata del equipo con el que ya probó la pasada temporada (hizo su debut en F1 en Bahréin probando tanto el auto rojiblanco como el propio Ferrari un día antes) y que espera tranquilo tanto a Mick como a la decisión de Kimi Räikkönen para salir o seguir en la F1.

Pero es el puesto natural de Schumacher, con motor Ferrari, y una conexión evidente con Maranello y la Academia. «Estamos muy contentos con la trayectoria que está siguiendo en la F2. Debe seguir centrado ahí porque está luchando por el campeonato y no hay que distraerlo con otras cosas, pero desde luego que Mick tiene grandes posibilidades de estar en la Fórmula 1 el año que viene», afirmó Mattia Binotto, jefe del equipo Ferrari.

Curiosamente, sólo hay dos equipos que todavía no cerraron sus alineaciones de pilotos de 2021, tanto Alfa, donde tampoco Antonio Giovinazzi está confirmado, como Haas, el otro equipo motorizado por Ferrari, o mejor, edificado a partir de Ferrari.

En la prensa de Alemania no tienen duda que al menos uno, si no dos, pilotos de la Academia irán a ambos equipos. Están esperando a Mick, el tiempo que sea.

S.B