Jean-Eric Vergne logró la victoria en el ePrix de Berna tras dominar por completo la carrera desde la pole, con Mitch Evans y Sébastien Buemi completando el podio. José María López fue 13°.

El piloto del equipo DS Techeetah dominó la carrera, que comenzó con una bandera roja y un amontonamiento en la primera curva, desde la pole y hasta la meta, controlando durante 45 minutos más una vuelta los ataques de Evans y Buemi (Nissan), que salieron segundo y tercero en grilla, y llegaron en ese orden a la meta sin que hubiera ni un solo cambio de posición entre ellos.

Cuarto llegó André Lotterer, que escaló desde la octava posición de la grilla con un manejo mucho más agresivo que el de su compañero, con Sam Bird quinto, ganando una posición con respecto a la largada, pero perdiendo con Lotterer el cuarto puesto en la parte final de la carrera.

Tras darse la (primera) salida se mantuvieron las tres primeras posiciones de la grilla, pero al llegar a la primera chicana, a apenas 700 metros, el poleman Vergne pasó sin problemas, dejando Buemi espacio a Evans para no tocarse. Sin embargo, el cuarto, Pascal Wehrlein, rozó ligeramente la rueda trasera izquierda de Buemi, quedándose clavado el trompa de su auto en la defensa de la chicana y provocando un amontonamiento con Maximilian Günther, Sam Bird, Daniel Abt, Lotterer y Robin Frijns, que recibió un golpe por detrás y se le giró el auto completamente, taponándose completamente la pista.

Dirección de Carrera mostró inmediatamente la bandera roja con sólo 54 segundos de carrera disputados, pasando algunos pilotos por el lado izquierdo de la chicana, la zona de acceso a los boxes, llegando a la grilla, de nuevo, los pilotos que lograron seguir en carrera con un orden completamente desvariado, con Felipe Massa cuarto cuando había salido 12º, Stoffel Vandoorne 5º ganando diez posiciones, «Pechito» López pasando de 14º a 6º o Lucas di Grassi de 19º a 8º.

El Auto de Seguridad guió entonces desde la grilla a todos los monoplazas, en fila de a uno, hasta los boxes, donde se desató el discusión por el nuevo orden de salida, ya que los pilotos que habían ganado plaza querían mantenerla. Finalmente se decidió que, al no haberse completado ni un paso por meta, se iba a dar de nuevo la largada con 45 minutos de retraso y con la misma grilla del principio, aunque sin los vehículos que habían abandonado, como el de Frijns, que con este cero pierde ya casi todas sus opciones de seguir luchando por el campeonato.

Con este escenario, se dio la salida tras el Auto de Seguridad pasando por boxes para reordenar el orden de los monoplazas mostrándose la bandera verde con la carrera ya iniciada a 40,42 minutos más una vuelta del final, tomando Vergne el mando de la carrera con Evans y Buemi a sus espaldas.

El ritmo impuesto por el piloto del DS Techeetah fue lentísimo, pero con una pista tan sumamente estrecha y sin puntos claros de adelantamiento, el francés solo tenía que tapar los huecos en las frenas para desesperar a Evans, que no encontraba ningún agujero para adelantar. Pese al ritmo lento, Buemi, que iba tercero, se descolgó ligeramente, en parte para ahorrar energía y guardársela para el ataque final.

Con pocas opciones de adelantar, Sims embistió en una frenada a Edoardo Mortara, que tuvo que abandonar, y Bird, jugándose los bigotes por fuera, pasaba a Gunther en la lucha por la quinta plaza. A 28 minutos del final, Buemi activaba el modo ataque para defenderse del ataque de Bird, que ya iba cuarto por el abandono de Wehrlain y su Mahindra, que con problemas derivados del golpe de la salida, tenía que abandonar.

Con Vergne controlando la carrera tranquilamente sobre Evans, los problemas llegaron por el empuje de Bird sobre Buemi, lo que juntó a los cuatro primeros clasificados en un pañuelo a falta de 18 minutos para el final. Los intentos de Evans se intensificaron, tratándolo por dentro y por fuera, pero Vergne se defendía con solvencia, logrando activa el modo ataque con Evans pegado a su cola sin perder posición, lo que cortó las ansias del piloto de Jaguar.

A un minuto del final, la lluvia se hizo evidente y la pista empezó a resbalar, entrándose en la última vuelta con la pista muy delicada y los cuatro de delante prácticamente tocándose uno al otro y sin que, al final, hubiera ningún cambio de posición, llegando Vergne, Evans y Buemi en podio y en el mismo orden en el que salían en la grilla sin que se registrara ni un solo adelantamiento entre ellos.

En tanto, Pechito López finalizó 13° después de haber iniciado desde la 14° posición sin poder acceder a la zona de puntos.

La Fórmula E finalizará su temporada 2018/19 el fin de semana del 13 y 14 de julio con dos carreras en la ciudad de Nueva York.

S.B