Los buggys marcaron el ritmo en la Etapa 4 en la zona de San Juan de Marcona, especial marcado por la arena en su mayor parte pero también con tierra y piedras, y los Peugeot 3008 DKR Maxi dieron la nota al quedarse con el 1-2-3.
El francés Sébastien Loeb fue el más veloz de la jornada al cumplimentar el tramo de velocidad en 3h57s53s, por lo que venció a su compañero de equipo, Carlos Sainz, por 1m35s. Stéphane Peterhansel fue quien completó el trío del León, a 3m16s de su coterráneo.
La etapa fue dura y, según algunos competidores, la más dura de la competencia hasta el momento. El primer golpe de escena se dio con Cyril Despres, quien sufrió un vuelco en el kilómetro 180 del especial y rompió la suspensión trasera del Peugeot 3008 DKR Maxi.
Sin embargo, en el mismo lugar, donde había una advertencia de triple peligro en el roadbook, también sufrió la rotura de la suspensión delantera derecha en la Renault Duster de Emiliano Spataro, por lo también tuvo que ser asistido por su equipo.
Unos kilómetros más adelante, las Toyota Hilux de Nasser Al Attiyah y Giniel de Villiers también debieron detenerse, en el kilómetros 226, y ambas avanzaron a ritmo disminuido en un principio. Pero después pudieron retomar el ritmo y finalizaron 9º y 11º, respectivamente.
Destacada fue la actuación de Lucio Alvarez con la Toyota Hilux, quien volvió a meterse en el top ten con un brillante 7º puesto. «Contento porque fue una etapa durísima, con dunas muy blandas, muy rotas. Costaba mucho, con muchas piedras en el inicio, pero por suerte pudimos superarla y seguimos avanzando. Dos o tres veces no pudimos encontrar los waypoints, algunos estaban en lugares muy complicados y fue un momento estresante, pero a la vez me divertí manejando allí», comentó el mendocino.