Pudo ser el susto del fin de semana y a tal vez de la temporada. La alcantarilla que salió volando al paso de Nico Rosberg fue a parar justo al McLaren de Jenson Button, y aunque tan sólo impacto en el eje delantero, se piensa que unos centímetros más podrían haber sido letales.
El británico prefiere no hacer demasiada crítica y dejar pasar el incidente, aunque espera que no vuelve a ocurrir nada parecido en el futuro: «Creo que ya corremos suficientes riesgos estando en un ambiente controlado, o que debería estarlo. Normalmente aquí la seguridad es muy buena para ser un circuito urbano, pero este es un incidente que no queremos volver a ver», comentaba al término de la segunda tanda de entrenamientos. «Esta situación nos hizo el día un poco más duro. Nos rompió el alerón delantero, la suspensión, las entradas y nos va a hacer cambiar el suelo, pero hemos tenido suerte en cuanto a que sólo ha provocado daños en el coche. No salió disparada muy fuerte y eso es bueno», añadía.
