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Se tiró un poco para atrás, miró a los tres pilotos que tenía adelante, después al que estaba a su lado y entonces hizo que la conferencia de prensa más tensa de los últimos años se convirtiera en El Club de la Comedia. Fernando Alonso está tranquilo, feliz a pesar de todo y se permite estas licencias porque puede hacerlo. “¿Ellos cambiaron los pilotos?”, dijo el asturiano ante la risa generalizada, tanto de los muchacho de Red Bull y Toro Rosso que estaban delante: Sainz, Kvyat y Verstappen como de todos los periodistas que había en una repleta sala de prensa del circuito de Barcelona.
Le habían preguntado tanto a Alonso como a Hamilton por la decisión de Red Bull de sustituir a Verstappen por Kvyat y el asturiano dijo eso, después siguió bromeando con Hamilton. “¿Tienes alguna noticia de esto?”, le dijo y el campeón respondió sorprendido, “no, no sabía…”. Finalmente respondió sin querer entrar en excesivas valoraciones, al igual que Hamilton.
Lo cierto es el piloto ruso Kvyat fue el más solicitado en la rueda de prensa previa al Gran Premio de España. Con gesto serio se ha dejado algunos dardos a Red Bull: «Quería muchas explicaciones y no las tuve. Sólo tengo ciertos detalles que prefiero guardarme».
El semblante estaba adusto, había ansiedad, los ojos vidriosos y una rabia contenida en cada respuesta. Nunca imaginó Kvyat que despertaría tanta atención en la Fórmula 1. Había tres pilotos del emporio Red Bull, en la primera línea, y dos campeones del mundo, Alonso y Hamilton, en la parte trasera, y casi que no había preguntas para ellos.
Así se enteró Kvyat que lo habían bajado de categoría. «Estaba en mi casa de Moscú, recostado en el sofá y viendo una serie de televisión. Recibí una llamada telefónica y dijeron ‘Hola, hay noticias para ti’. Tuvimos una conversación de 20 minutos y yo quería una explicación real. Me enteré de muchos detalles interesantes, pero me los guardaré para mí por ahora. Fue el Helmut Marko (consejero de Red Bull) el que hizo la llamada. Terminamos de hablar y regresé a terminar de ver la televisión. Era mirando ‘Games of Trones’. Eso es todo».
Le hablaron de presión a Kvyat, protagonista de la F1 en Barcelona. El ruso se defendió. «¿Presión? Hablando de presión, estuve siete años siendo parte de la familia de Red Bull y no veo eso como un gran problema. Otras personas a mi alrededor también tuvieron presión. No pienso que haya sido una gran explicación para ser sincero». De todas formas, el piloto ruso confesó que no lo podía creer. “Siempre di lo mejor de mí mismo y no veo razones para el cambio. No creo que tenga nada que ver con el incidente que tuve en la pista con Vettel. En todo caso habrá que preguntárselo a quien lo decidió. Quedan 17 carreras para la conclusión del Mundial y seguiré luchando para conseguir los mejores resultados. En Toro Rosso me recibieron muy bien. Y ahora ya todo está muy claro. Iré al límite para lograr lo mejor posible”.
Verstappen, a su lado, con cara de robot, hablaba de felicidad y oportunidades. «Si eres feliz, seguro que progresas. Y yo estoy feliz por la oportunidad que me dieron».