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Fernando Alonso se la pasó el día entero ayudando al equipo, comprobando como funcionaban las mejoras y pendiente de todo en el muro y el box de McLaren. Después en los ensayos libres estuvo con los ingenieros, mecánicos, instruyendo a su joven compañero.
Pero el asturiano cada vez se encontraba mejor. Después de unos días en los que no terminaba de arrancar, de cierto estancamiento en su estado, hablaba con un grupo de amigos de que estaba mucho mejor y que podía mover los brazos y tronco sin que le doliera nada.
Ya de noche en Sakhir, después de los segundos ensayos libres y con el tercer puesto de Button, en la torre de control hubo una reunión entre Bernie Ecclestone, Fernando Alonso, Ron Dennis y el médico de la FIA, Jean Charles Piette. Aparentemente, el asturiano pretendía que lo dejaran correr, que estaba bien y preparado. Incluso se lo vió en algún momento a Dennis discutiendo con el doctor francés de la FIA, también hablando quizá del trato que le dieron a Fernando en un primero momento en Australia.
Ecclestone se fue pronto y después de la charla con Dennis también el médico, pero Fernando siguió un rato más dentro de esa torre. A la salida se dirigió con Dennis hasta el vip donde estuvo hablando con el máximo responsable de McLaren y con Luc, el doctor del equipo durante unos minutos. Fernando quería correr y, claro está, la FIA no le dejó. El asturiano estaba dispuesto a asumir el dolor y los riesgos que tiene su presencia en el auto sólo por estar en la pista. Estaba a tiempo ya que la sólo la clasificación es necesaria para disputar la carrera. Pero de nuevo los médicos no le dejaron y su presencia sigue siendo una duda para China, aunque vistas las ganas del español, sino pasa nada extraño, habría que darla por segura.