La carrera del GP de Bahrein quedó detenida tras los primeros instantes cuando el Haas de Romain Grosjean se vio envuelto en llamas tras un accidente.
En el fragor de las batallas de las primeras curvas, se vio que un auto salía disparado contra las protecciones e instantáneamente se incendiaba. Era Romain Grosjean, que tras tocarse con el AlphaTauri de Daniil Kvyat, terminó perdiendo el control de su monoplaza y sufriendo un brutal impacto.
La carrera quedó detenida con bandera roja y la FOM no mostraba nada del coche ni del piloto, lo que hacía imaginarse absolutamente todo.
Tras unos instantes de respiración cortada y miedo, la Fórmula 1 informó de que Grosjean se bajó rápidamente del monoplaza y escapó de las llamas. Además, su equipo publicó en redes sociales el siguiente mensaje: «Hemos escuchado por la radio que Romain está fuera del coche y está bien», mientras que agregaron que sólo sufrió algunas quemaduras menores en sus manos y tobillos.
El francés subió al coche médico, donde se le vio hablando con los comisarios. Parecía aturdido, pero pudo, rengueando y con ayuda, llegar por su propio pie a la camilla. Y aunque tendrá que pasar un chequeo para asegurarse de que el impacto no ha dejado secuelas, todos respiraron aliviados al ver que había salido bien del incendio.
El Haas quedó completamente partido, tras atravesar el guardarraíl y, cuanto más se ven las repeticiones y las imágenes, más increíble parece que no haya pasado nada. Afortunadamente.
S.B