Mercedes se prepara para competir en el Campeonato Mundial de Fórmula 1 de 2020 con la certeza, cimentada en seis años de triunfos, de que estará listo para defender su supremacía. Al mismo tiempo, el equipo campeón del mundo está a punto de comenzar una temporada muy difícil en una situación inusual, es decir, con el director del equipo y los dos pilotos viendo cómo sus contrato expiran.

En un momento en que la F1 está reescribiendo su futuro en las largas y complejas negociaciones que los equipos están llevando a cabo con Liberty Media, la anomalía de Mercedes comenzó la especulación sobre un futuro que en el eje Brackley-Stuttgart no estaría nada claro. De hecho, son las especulaciones sin fundamento, puestas de una manera más o menos interesada para agitar el avispero, las que ensombrecen el futuro de la categoría.

Mercedes, que este año celebra el décimo aniversario de su regreso al Gran Circo en primera persona, tiene la intención de permanecer en la Fórmula 1 durante mucho tiempo, y en los próximos meses vendrán las confirmaciones sobre los planes para a partir de 2021.

Toto Wolff renovará su contrato, siguiendo a Lewis Hamilton -a pesar de los coqueteos con Ferrari-, cuya confirmación en 2021/2022, según algunos conocedores, ya habría sido definida.

El cambio de dirección del grupo Daimler entre Dieter Zetsche y Ola Källenius llevó algún tiempo, y no hay que descartar que el nuevo presidente quisiera desarrollar su visión también en los programas deportivos de Mercedes, teniendo como primera instancia la F1.

La situación actual es perfecta para el fabricante alemán: la presencia en el Campeonato Mundial cuesta muy poco (los premios, los patrocinadores y la limitación del presupuesto reducen al mínimo, si no a cero, la participación económica requerida por parte de Daimler), lo que garantiza un excelente retorno en términos de publicidad. Además, la combinación de la producción híbrida y la base técnica actual de la Fórmula 1 es perfecta para la comercialización.

El tema de los híbridos es muy querido por Mercedes. El futuro (lo más probable, pero no seguro) será eléctrico, pero aún pasarán muchos años antes de que se pueda ver un motor totalmente eléctrico capaz de superar a los motores híbridos en ventas. El híbrido es el presente y Mercedes en términos comerciales aprovecha mucho su imagen en la Fórmula 1 para promover la producción en masa. Todo esto, como se expresó, a un costo muy bajo.

Los tiempos de las grandes inversiones (2012-2015) ya pasaron. Hoy en día el equipo de Fórmula 1 es un mecanismo eficiente y bien establecido que se prepara para viajar sin costo alguno.

Las nubes sobre el futuro de Mercedes se despejarán con la llegada de las primeras confirmaciones de nuevos contratos. Pensando en como se darán las renovaciones, lo más seguro es que primero llegue el anuncio de Hamilton y Wolff, mientras que el segundo piloto, (como es tradición) tendrá que esperar un poco más.

S.B

Compartir