Los pilotos de Toyota, Mike Conway, Kamui Kobayashi y José María López perdieron la victoria en las 24 Horas de Le Mans por una mala conexión en los sensores de presión de neumáticos. El fabricante japonés reveló que el sistema del auto #7 seguía mostrando que la presión de la llanta delantera derecha estaba cayendo después de que la rueda había sido cambiada a una hora del final de la carrera.

Esto fue porque los sensores de cada esquina del auto habían sido instalados de manera incorrecta a la antena que se comunica a los boxes.

Inicialmente, había declarado que el drama que le dio la victoria al coche conducido por Fernando Alonso, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima había sido el resultado de un problema con uno de los sensores. El director técnico de Toyota Motorsport GmbH, Pascal Vasselon, le comentó a Motorsport: «La razón fue que la antena estaba conectada de manera incorrecta. Estaba mal conectado y no era un problema del sensor. Es grave, como lo son todos los errores».

López estaba liderando por delante del #8 de Nakajima por más de dos minutos cuando el sistema de sensores de presión de los neumáticos indicó un pinchazo en el delantero derecho. Debido a que el pinchazo ocurrió al final de la vuelta, Pechito aún pudo mantener una buena ventaja después de que se cambiara la rueda, sólo para darse cuenta de que el sistema continuaba indicando que seguía estando pinchada.

Vasselon explicó que Toyota le había pedido a su ingeniero de Michelin que revisara la presión del neumático que se había quitado del prototipo y que se encontró que era normal. El equipo luego cambió los cuatro neumáticos cuando López regresó a los boxes por segunda vez. Posteriormente, se encontró que la trasera izquierda era el neumático que había sufrido el pinchazo.

La segunda vuelta al circuito de Le Mans de 13,6 km con la trasera izquierda pinchada le costó a López a casi seis minutos y resultó en que volviera a pista un minuto por detrás del coche gemelo. Vasselon elogió al cordobés por mantener la cabeza fría cuando quedó claro que la rueda incorrecta había sido reemplazada en la parada inicial.

«Lo que sucede normalmente cuando ocurre algo como esto es que el piloto está enfadado, va demasiado rápido, el neumático se deslamina y daña el coche. Tenemos límites de velocidad para una gama de presiones de neumáticos y José María los respetó perfectamente. El equipo y el piloto en particular mostraron mucha madurez en una situación en la que estuvimos muy cerca de un gran drama», reconoció el francés.

S.B

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