Jorge Lorenzo, que sufrió una luxación en el dedo gordo del pie derecho y una pequeña fractura en el segundo como consecuencia de su caída en la primera curva en Aragón, tuvo una consulta este lunes en Barcelona, donde los médicos que lo atendieron certificaron que la hinchazón todavía es muy importante. Después de quitarle el vendaje y colocarle un yeso, el protocolo a seguir pasa por hacer reposo y volver a visitarse el jueves que viene.
En función de cómo se vea dentro de tres días se podrá comenzar a saber con más exactitud si el piloto de Ducati tiene más o menos posibilidades de viajar a Tailandia, adonde inicialmente debería volar el lunes próximo para participar en un evento el miércoles, en Bangkok.
Por un lado, Lorenzo todavía siente mucho dolor, circunstancia que le haría muy complicado colocarse la bota. Además, el español tampoco quiere tomar ningún riesgo de que otra posible caída empeore todavía más la situación y pueda comprometer otros Grandes Premios. El conservadurismo de Lorenzo se entiende, sobre todo, si entendemos que el español ya tiene prácticamente perdido el subcampeonato.
S.B