Néstor Girolami terminó octavo en la Carrera 1 del Stock Car brasileño y en la carrera 2 se quedó sin combustible cuando venía segundo, a una vuelta del final.
Las carreras a autos suelen tener más disgustos que alegrías. Es un viejo axioma de este deporte, en el que sólo uno de muchos, se queda con la victoria. Pero también es cierto que una alegría suele reparar las frustraciones de las derrotas.
El domingo en Goiania amaneció con lluvia para la décima fecha del Stock Car Brasileño, y eso obligaba a usar el Plan B en el planteo de carreras que el equipo Eisenbahn Racing Team, había elaborado para Bebu Girolami, que largaba desde el sexto lugar en la Carrera 1. El plan era largar con el depósito de combustible lleno y apostar a que si se corría a un ritmo suficientemente más lento por la condición del piso mojado, el consumo permitiría correr ambas carreras sin reaprovisionar combustible.
Al declararse carrera con lluvia, la largada fue detrás del Safety Car, lo que ayudaba a consumir menos. Después, ya en carrera tras largar en fila india, Girolami se mantuvo sexto la primera parte de la competencia, que tuvo dos neutralizaciones más, de dos vueltas cada una. Lamentablemente, en esas vueltas, el limpiaparabrisas del auto del argentino dejó de funcionar, y eso lo obligó a tomar distancia con el quinto, Diego Nunes, intentando conservar el sexto puesto la mayor cantidad de vueltas que fuera posible. Faltó poco, pero a dos vueltas del final, Julio Campos y Daniel Serra lo superaron, para dejarlo en octava posición. Era bueno el resultado, porque al invertirse la grilla en los diez primeros lugares, para la Carrera 2 largaría en tercer puesto.
La carrera 2 tenía intrínseco el riesgo de apostar a que el consumo sería el esperado por el piso mojado y por la largada detrás del Safety Car. Podía salir bien o mal, y el resultado se sabría al final. No sólo Girolami asumió ese riesgo, sino los diez primeros completos de la grilla adoptaron la misma estrategia.
Lucas Foresti largaba en Pole con Attila Abreu segundo, Bebu Girolami tercero y Daniel Serra cuarto. La lluvia cesó pocos minutos antes de la largada, pero el piso estaba suficientemente húmedo como para que las gomas de lluvia soportaran las 20 vueltas de carrera.
Apenas se retiró el Safety Car, Foresti se salió solo de pista, cayendo a los últimos lugares. Abreu y Girolami peleaban el segundo puesto, y entonces se encontraron en duelo por la victoria, con Serra muy cerca, apretando al argentino.
La carrera fue de ellos de principio a fin. Usando los Pus to Pass disponibles, cada uno fue más rápido en algunos momentos, y más lento que los otros dos, en otros. Se distanciaron del resto y protagonizaron intensas luchas varias veces, especialmente entre Girolami y Serra por el segundo puesto. Hasta que a cinco vueltas del final, el argentino logró abrir una luz de más de un segundo sobre su seguidor, y asegurar mejor su puesto. Había que manejar con muy poco acelerador, porque la carrera no se había neutralizado nunca, y eso ponía a los diez primeros en riesgo de quedarse sin combustible.
A poco de entrar a la última vuelta, empezaron los problemas. Primero fue el campeón, Marcos Gomes, después Girolami, y casi inmediatamente se quedaron también Serra, Valdeno Brito y Campos. Abreu, Nunes y Rubens Barrichello (ganador de la Carrera 1), fueron los únicos que lograron terminar con el motor en marcha.
Girolami cierra su mejor fin de semana en Stock Car Brasileño con un sabor agridulce. El potencial intacto, el auto que por fin mostró la evolución y confiabilidad que adoleció todo el año, y un protagonismo acorde a los antecedentes. La próxima carrera es Curvelo, una pista nueva, que nadie conoce, dentro de dos semanas. Después, en diciembre, el cierre del campeonato otra vez en Sao Paulo con 60 puntos en juego en una sola carrera.
“Sin dudas fue el fin de semana más competitivo del año y estoy muy contento. Se mezcla la satisfacción de una excelente clasificación, con la amargura del problema del limpiaparabrisas en la carrera 1, y quedarnos sin combustible cuando faltaba tan poco para terminar en segundo puesto en la carrera 2. Era un podio prácticamente seguro, que realmente merecíamos. En la primera carrera se salió la goma de la escobilla y me quedé sin visibilidad. Tuve que tomar distancia con los autos de adelante y tratar de retener a los de atrás, para poder ver algo. Llegar octavo fue realmente difícil.
En la segunda, tal como hicieron los otros pilotos que habían terminado la carrera 1 en los diez primeros, debíamos ir al riesgo de terminar con el combustible que habíamos cargado para intentar hacer las dos carreras sin parar. Gracias a la lluvia el ritmo era más lento y el consumo era menor por el piso mojado y los Pace Car. La verdad es que me encantó la carrera que hicimos con Attila Abreu y Daniel Serra. Fuimos varias veces a la par y con maniobras difíciles en el agua, y lo que más contento me pone es que pude controlar a Serra y hacerle una distancia que me tranquilizaba para el final de la carrera. Lamentablemente, nos faltaron tres litros y medio. Eso es lo que necesitábamos para terminar la carrera y lograr nuestro primer podio. El equipo va a revisar porque las cuentas nos daban bien, quizás quedó algo de combustible en el tanque, porque Vitor, mi compañero, hizo la misma estrategia y pudo terminar con el combustible. De todos modos estoy muy contento porque el auto fue muy rápido y sólido, y así como clasificamos entre los seis primeros, también fuimos uno de los seis más rápidos en carrera”, analizó el piloto de Isla Verde.
La próxima carrera de Girolami será en dos semanas en Curvelo, al norte de Belo Horizonte, una pista de 4.4km, nueva para el automovilismo brasileño, y que por lo tanto, tendrá a todos los pilotos en igualdad de condiciones.
Con los 16 puntos sumados en la carrera 1, Girolami es ahora 19no en el campeonato con 73 puntos. Esto le permitirá subir al tercer grupo de clasificación para la próxima competencia y mejorar el orden de salida a pista.
S.B