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Casi todo estaba por conocerse. Los 500 kilómetros de Olavarría, a disputarse en el autódromo “Hermanos Emiliozzi”, eran un gran desafío para todos los protagonistas del Turismo Carretera que sabían que no podían fallar en esta quinta fecha del 75º Campeonato Argentino dado que los puntos en juego eran muchos. Nuevamente haciendo una estrategia sin fallos, y con la conducción sin grietas de Matías Rossi y de Esteban Guerrieri, el piloto invitado para la ocasión, el campeón 2014 volvió a celebrar en una competencia especial. Además, con su segundo éxito consecutivo en la especialidad, el piloto del equipo Donto Racing ahora es líder en el campeonato. Fue un fin de semana perfecto.
“Es muy lindo lo que se vivió y pensó antes de la carrera tan larga. Fueron dos días de muchas pruebas y análisis. Con Esteban hemos hecho un muy buen trabajo, el Chevrolet funciona muy bien y, aunque el principal objetivo es completar la carrera, también nos ilusionamos con poder ganarla por el potencial del auto”, aseguró el representante de Del Viso antes de subirse, por primera vez, a su Chevrolet. El Misil fue el encargado de iniciar la extensa prueba.
Muchos coincidían en que el principal objetivo era llegar al final por la cantidad de puntos que había en juego e ir superando los imprevistos que esta primera competencia de larga duración presentara. La prueba se puso en marcha por ranking -no hubo clasificación- y Matías partió segundo. En el segundo giro pasó a liderar tras doblegar a Omar Martínez (Ford), quien largó primero. Luego perdió algunos lugares en post de cuidar el ritmo.
En la 41ª vuelta -de las 123 totales-, Rossi ingresó a los boxes para entregarle la conducción a Guerrieri y, además, efectuar la primera carga de combustible. “Fuimos rápidos al principio, después empezamos a perder un poco de ritmo. Nos favorecieron los autos de seguridad, especialmente el segundo porque ya habíamos cambiado de piloto. No tenía buen ritmo sobre el final pero sí pudimos cumplir a rajatabla el plan que teníamos pactado y acertamos con el estudio del consumo de combustible”, aseguró Matías quien le entregó el auto a su compañero en el quinto lugar.
Sin perder de vista el objetivo planteado, llegar a al final, Esteban hizo un gran trabajo en turno. Al punto que, en el 62º giro, comenzó a liderar la competencia. En dicha posición se mantuvo hasta la vuelta 83 cuando volvió a ingresar a los boxes para que Rossi vuelva a la conducción. También allí se realizó la segunda y última carga combustible. Este era uno de los principales interrogantes en este fin de semana especial.

“El auto está bien, yendo un poco de cola. Tuvimos un poquito de suerte con el auto de seguridad pero lo más importante es que el Chevrolet funciona bien, se cae un poquito en el ritmo pero va bien. Estoy muy contento porque pude devolverlo adelante”, aseveró Guerrieri quien siguió atento el resto de la competencia en el box del equipo. Allí, en la vuelta 96, celebró que Rossi volvió a ser el líder de la carrera.

Todo marchaba tranquilo hasta que, en el 110º giro y cuando Matías le llevaba 20 segundos al escolta, Mauricio Lambiris (Torino), fue necesaria la presencia del auto de seguridad y la ventaja se esfumó. Lo mismo sucedió en la vuelta 120 cuando el despiste del Laureano Campanera (Chevrolet), paradójicamente el compañero de equipo de Matías, hizo que el AS deba volver a ingresar. Sin embargo, ninguna de estas dos neutralizaciones, ni la llovizna final, pusieron en riesgo de la victoria del binomio Rossi-Guerrieri.

La alegría de todo el conjunto tras la bandera de cuadros fue mucha. Abrazos, puños apretados y algunas lágrimas, también, reinaron entre los componentes del equipo. Y la emoción tuvo su punto más alto cuando Rossi llegó, acompañado por mucha gente, a los boxes y se fundió en un abrazo con Guerrieri. “Esteban es un capo. No le entregué un buen auto porque castigué mucho a los gomas en el inicio y no tenía un buen ritmo. Pero lo manejó muy bien, me lo entregó adelante y pudimos lograr un triunfo brillante”, afirmó Matías quien alcanzó su 20ª victoria en el TC -igualó la marca de Rubén Luis Di Palma- y la 62º a nivel nacional.

Algo, no mucho, más tranquilo, Rossi continuó con el análisis y los agradecimientos. “El Donto Racing me dio un tanque de guerra. El auto aguantó todo y se recuperó, incluso, durante la misma carrera. Fue un enorme trabajo de todos; de ‘Alchu’ (Piatti), de ‘Coco’ (Burani), de Lucas (Alonso) y todos los que trabajaron para esta carrera. Ganar esta carrera es, sin dudas, mi mejor triunfo”, agregó el Misil quien no se olvidó de Christian Ledesma quien no pudo correr en esta ocasión. “Le dedico esta victoria a Christian quien lamentablemente no pudo estar en esta carrera y ojalá lo podamos volver a tener pronto”, concluyó el ganador.

También se mostró muy emocionado Guerrieri, quien esperó a Matías para celebrar esta victoria muy especial. “Fue una carrera increíble carrera; parecía que no se quería terminar… Estoy muy agradecido a Matías y a todo el equipo. Y muy feliz. Gracias a este amigo de la vida, y gran piloto, que me dio la oportunidad para lograr este resultado. Siempre peleándola y cuando se tiene que dar, se da. Es muy lindo ganar en el TC, único, y sobre todo en esta carrera”, afirmó Esteban quien de este modo logró su primer triunfo en 17 presentaciones en la categoría.

Pasó un fin de semana muy especial, y muy esperado. En él, Matías volvió a mostrarse en un eximio nivel, logrando su tercera victoria en una carrera de larga duración (antes ganó en dos ocasiones los 200 kilómetros del Súper TC2000) y llegando a la cima del campeonato fruto de sus dos victorias en fila. La próxima competencia, a desarrollarse del 20 al 22 de mayo en Termas de Río Hondo (Santiago del Estero) también será especial dado que habrá dos finales. Pero para ello hay tiempo, ahora es momento de disfrutar lo que se acaba de conseguir. Un éxito importante, acaso el mejor de su trayectoria con el propio Matías afirmó…