Iannone agradeció el interés de su referente y le llegó a decir, entre bromas, que si hacía falta él lo ayudaría en otra carrera para compensar lo de Australia. Valentino le incitó pidiéndole, también con una sonrisa en la boca, que cumpla su palabra. Fue una especie de alianza entre risas.
Por lo pronto, curiosamente, en la rueda de prensa, Iannone no perdió el tiempo y salió a dar la cara por Rossi. Valentino, en inglés y delante de todo el mundo, criticó a alguno de sus millones de fans y, de paso, quedó bien en público con Andrea. «No son fans verdaderos míos. Es una pena enorme. Son gente muy estúpida. Es la era de las redes sociales. Cada uno puede decir sus ideas, aunque sean ideas idiotas. A la gente le gusta hablar mal de otra gente que es más afortunada o tiene más talento que ellos. Muchas veces, en las redes, hablan mal de mí o de mi madre. Por desgracia, no puedes hablar con ellos, aunque sería perder el tiempo», explicó.