El nueve veces Campeón del Mundo pilotó un Citroën DS3 WRC en un tramo de test cercano a Serres, en la región de Devoluy, el jueves y el viernes, y admitió que estaba bien volver a sus raíces en los rally después de una temporada manejando un Citroën C-Elysée en el Campeonato del Mundo de Turismos.
Loeb comentó: “Es bueno tener este sentimiento de nuevo, con cuatro ruedas motrices y en una carretera convencional. Es un estilo de pilotaje muy diferente. Tienes que improvisar mucho más, es divertido”.
Catorce meses después de su última participación en el WRC, Loeb y su copiloto Daniel Elena regresarán de forma puntual a Citroën para disputar la primera prueba del año del 22 al 25 de enero.
Pero después de dos días de test, el francés negó que su vuelta a los tramos hubiera sido tan natural como volver a montar en bicicleta. “Bueno, ¡me siento mejor en un coche que en una bicicleta!”, bromeó, “pero aún así fue complicado tener buenas sensaciones en las primeras pasadas. Pero me fui adaptando muy rápidamente y para el segundo día ya me sentía cómodo”.
“El Maestro del Monte”, que ganó este rally en varias ocasiones, se enfrentó a diversas condiciones invernales durante su test, lo que le servirá de entreno para la carrera en la que partirá las dos primeras jornadas en unas posiciones muy retrasadas, por lo que no es fácil prever a lo que deberá hacer frente.
“El primero día estuvo muy bien sobre seco, había algo de humedad en algunas curvas, pero nada especial. El segundo día fue mucho más complicado con hielo, especialmente durante la mañana. No había nieve real, tal vez tampoco haya durante el rally”.
“Siempre es igual con el Monte Carlo, haces los test en las condiciones que hay y corres la prueba en las condiciones que te encuentras”, agregó.
M.M.