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El león está herido, pero sigue vivo. Así ven varios pilotos a Red Bull, que ha sufrido una pretemporada decepcionante, pero que también dejó entrever a quienes han compartido pista con ellos, sobre todo en Bahréin, y en las escasas vueltas que han realizado, qué coche puede llegar a ser cuando arreglen sus problemas.
El primero, a Jenson Button, que compartió tarea con el debutante en el equipo campeón, el australiano Daniel Ricciardo. «Yo estaba conduciendo con Ricciardo durante bastantes vueltas y no podía pasarme en las rectas. Pero me alcanzó por el exterior de la curva 11, que es de izquierdas y alta velocidad. Nunca había visto algo así antes», aseguraba el británico, que lleva desde la temporada 2000 en Fórmula 1. «Si son capaces de completar una distancia de carrera, estarán delante», vaticinó.
Otro que no se queda corto es Lewis Hamilton, uno de los grandes favoritos a la victoria en Melbourne tras lo visto en pretemporada. «Se ve que tienen un auto impresionante y, normalmente, los autos más bonitos son los más rápidos. Así que estoy seguro de que tienen un auto muy rápido este año. Una vez hayan superado los problemas de motor con los que están luchando, creo que serán muy difíciles de batir», asegura.
Red Bull salió a una promedio de 26 vueltas por día (320 en 12 jornadas de test entre Jerez y Bahréin) y aunque fueron pocas, alguna salieron buenas, como reconoce el propio Fernando Alonso: «Red Bull está teniendo bastantes problemas, da pocas vueltas, pero una que ha dado hoy —por el pasado viernes— y está a una décima nuestra. Por tanto, asusta un poco cómo van las cosas, van a ser un rival fuerte también».
Helmut Marko, el asesor del equipo austriaco se va poniendo ya la venda antes de tener la herida. «No estamos donde queríamos estar y la primera carrera nos viene con dos meses de anticipación», admitió el austriaco en el programa de Servus TV Sport und Talk.
«Es algo muy, muy serio. No sabemos el tiempo que necesitaremos para ponernos al día y si lo haremos», valoró el responsable de los campeones antes de reconocer que el funcionamiento del nuevo turbo está siendo un dolor de cabeza importante.
«Estamos teniendo problemas de retraso en el turbo. El piloto pisa el acelerador, pero la potencia no llega, luego lo hace de repente y las ruedas giran, el coche patina y pierde velocidad. Estamos trabajando con Renault en el banco de pruebas día y noche para mejorar», concluyó.