No habrá que esperar mucho más, ni siquiera a la próxima cita de Singapur, para saber quien es el compañero de Fernando Alonso a partir de 2014 en Ferrari. La Scuderia ha querido evitar presiones en la carrera de casa buscando empezar la remontada, pero pasado este fin de semana los anuncios se pueden precipitar con urgencia.
Muchos ven como posibles a Nico Hülkenberg, capaz de meter ayer a un Sauber tercero en clasificación, como un candidato joven, válido y barato, el ideal. Pero quién más quien menos en las proximidades del equipo rojo, asegura que Kimi Räikkönen tiene ya un precontrato, aunque sin firmar, y que es el candidato número uno para sustituir a Massa.
El propio presidente Luca di Montezemolo ni siquiera esquiva la posibilidad del finés. «No pasó nada con Kimi, sólo que ganamos un título con él. Es un gran piloto y para nosotros fue una gran satisfacción ganar con él el primer título sin Schumacher y Brawn. No hay firmado nada, pero hay otras posibilidades, como el año pasado cuando decidimos seguir con Felipe», aseguró ayer.
La salida en 2010 de Räikkönen, antes de finalizar su contrato con Ferrari, provocó una indeminación que no fue completa como si hubiera pilotado, pero que ascendió a 14 millones. Explicar a la opinión pública y a los tifosi italianos que, con la que está cayendo, lo que no valía entonces en 2010 vuelve a valer en 2014, es una de las principales trabas del asunto, aunque deportivamente sea una excelente decisión para la Scuderia si quiere aspirar al título de constructores, algo que con Massa en el equipo en los últimos años parece una utopía.
La cohabitación entre los dos campeones no parece que fuera a plantear problemas, especialmente por el carácter tan diferente de ambos. Ni tampoco el sueldo de Kimi, por otro lado. La situación estaría lejos de las intrigas de la familia Hamilton sufridas en McLaren 2007, ya que Räikkönen es un piloto que se dedica a pilotar lo que le dan, y aunque no es amigo del trabajo técnico, el simulador y la reunión, velocidad y regularidad tiene como el que más.
