Los italianos no celebran un título mundial de motociclismo desde el último que consiguió Valentino Rossi en MotoGP en 2009; más atrás hay que remontarse en la clase media, cuando en 2008 Marco Simoncelli se proclamara vencedor de lo que entonces era 250cc; y el último campeón transalpino de 125cc fue Andrea Dovizioso nada menos que en 2004. Demasiado tiempo sin éxitos para una de las grandes potencias de este deporte.
Por tal motivo, el propio Valentino ha decidido dar un paso al frente y ya está trabajando en un ambicioso proyecto para intentar relanzar el motociclismo italiano. Tomando como base las instalaciones con las que cuenta en Tavullia, su pueblo, El Doctor quiere colaborar con la Federación Italiana de Motociclismo en la promoción de nuevos valores de su país. La idea apunta a una formación integral de los jóvenes pilotos seleccionados, que pasaría de la preparación física a la psicológica y sin olvidar la técnica y mecánica. Los mejores firmarían un contrato de tres años con su sociedad VR46, periodo durante el que contarían con el apoyo de la estructura que Rossi montará para tal fin.
Con esta escalera de promoción podrían llegar al Campeonato del Mundo, donde Rossi ya tendría un equipo en la categoría de Moto3. De hecho, su intención es que dicha estructura se encuentre operativa en 2014, con la objetivo de estar preparada en su momento para recibir a los jóvenes surgidos de su escuela.
Para esta primera fase del año que viene, Valentino recurrirá a dos italianos ya con experiencia mundialista. Se están barajando varios nombres al respecto, pero los más probables son Romano Fenati y Niccoló Antonelli. Rossi ya ha contactado con KTM para poder contar con sus monturas, las más competitivas de la clase pequeña, que estarían atendidas por un equipo dirigido por un técnico de reconocido prestigio. Un proyecto lógicamente, a la altura de las exigencias de un campeonísimo…
También conviene recordar que el hermanastro de Valentino (hijo de su madre), Luca Marini, debutará en el Mundial como invitado en el GP de San Marino, por lo que dependiendo de su rendimiento podría ser otro de los candidatos a una de esas KTM en 2014.
Rossi quiere devolver al deporte de la moto una parte de lo que él ha recibido durante tanto tiempo y, de paso, quizá empezar a buscar nuevas motivaciones para cuando llegue el momento de su retirada de la competición activa.