El equipo Yamaha de MotoGP realizó la segunda y última jornada de test en el circuito de Brno junto a sus dos pilotos, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi. La marca japonesa probó el nuevo cambio ultrarrápido, y si bien no adelantó los resultados, se estima que han alcanzado los objetivos y los pilotos están satisfechos con las innovaciones.
Lorenzo completó 71 vueltas a Brno frente a las 47 de Rossi, que sufrió algunos problemas técnicos en su moto. Pero más allá de esto, lo realmente importante es que ambos han considerado muy positiva la ganancia que el cambio conocido como seamless aporta a sus tiempos y que se estima entre dos o tres décimas por vuelta, dependiendo de los circuitos. Además, su accionamiento más rápido y sencillo genera que el desgaste de los neumáticos sea menor, especialmente en las curvas más rápidas.