El sábado, en la búsqueda de la pole, Márquez y Pedrosa tuvieron un incidente que pudo ser aún peor. Dani deceleró y Marc, pegado, lo esquivó de milagro.
Fueron el propio Shuhei Nakamoto, vicepresidente de la firma nipona y responsable del proyecto de MotoGP, y Livio Suppo, jefe del equipo, quienes se encargaron de atemperar los ánimos de los pilotos españoles.
En sus declaraciones posteriores, ambos afirmaron que son cosas normales y que el nuevo formato de clasificación puede propiciar momentos así.
Posteriormente, en la carrera, Márquez y Pedrosa se volvieron a encontrar después de que el ilerdense hiciera una gran remontada y de que el barcelonés no lograra seguir el ritmo de Lorenzo. El último campeón de Moto2 se tomó con mucha calma el adelantamiento al de Castellar.
Y cuando lo hizo fue extremadamente limpio al pasarle. Se pegó mucho a él al inicio de la recta principal y lo superó por aceleración. Llegó con una ventaja clara a la frenada y no hubo opción a un contacto.
