Tanto en las buenas como en las malas, la predisposición para hablar de Alejandro Cancio nunca cambia. Ni siquiera aunque tenga que interrumpir sus tareas en la empresa familiar en la que trabaja en Plaza Huincul. Él, y con el mismo estilo que maneja un auto de carrera, no pone frenos al momento de contestar cada pregunta. Son días difíciles y raros -como reconoce- porque aún está latente la decepción que vivió en el Rally de San Luis, cuando había hecho todo bien y tenía todo dado para quedarse con la victoria en la primera fecha de la temporada 2013 del Rally Argentino tras dominar el Día 1 y controlar la ventaja en la última jornada.
Sin embargo, los problemas en el embrague del Peugeot 207 Maxi Rally le jugaron una mala pasada en la PE13 (la penúltima de la competencia, cuando restaban pocos kilómetros para el cierre) y no pudo cosechar el primer éxito con este modelo que con mucho esfuerzo arma el Millán Sport en el sur argentino. “La verdad es que todavía no puedo creer que no gané la carrera. Es una situación complicada, aunque tampoco hay que exagerar más de la cuenta. Pero aguantar la presión durante gran parte de la prueba y que se nos escape así y encima con el accidente del final es algo raro, algo difícil de digerir. No sé si me va a presentar una situación más fácil para ganar, al venir tan cómodo en cuanto a ventaja con los rivales (le llevaba 37 segundos al escolta Federico Villagra, quien finalmente festejó)”, reconoció el piloto neuquino.
“Nunca me había pasado de perder una carrera así, ni en el Argentino, ni en el zonal…”, agrega antes de afirmar que vivió la frustración más grande de su campaña deportiva, marcando incluso diferencias con el título que peleó mano a mano con Villagra en 2008 y que quedó en poder del Coyote. “Esto es peor por las circunstancias, porque hoy tenemos un auto hecho íntegramente en el sur y con mucho esfuerzo. Hubiera sido muy bueno ganar; más porque desde 2008 que no obtengo triunfos y a veces uno empieza a replantearse muchas cosas”.
Tampoco quiere ponerse a buscar los motivos de su mala racha. “No me hago la cabeza ni me pongo a pensar en por qué me pasan a mí estas cosas. Desde 2008 a la actualidad siempre manejé de la misma forma; es más, soy mejor piloto ahora que en aquel año. Pero en esta fecha me encontré con un auto que funcionaba cada vez mejor y eso me permitió pelear arriba. Esa es la tranquilidad que me queda, de decir que cuando contamos con un buen coche estamos a la altura de las circunstancias”, aseguró.
Cancio contó cómo fue la situación que le arruinó un festejo que ya tenía en sus manos. “Notaba que traíamos problemas de embrague y que no andaba el botón de arranque. Pero todo fue diferente al prime anterior. En la largada de esta prueba especial (la 13), pongo primera y el auto se empezó a mover, así que pongo el freno de mano y el motor se paró”. Este inconveniente le hizo perder más de 1:30 y encima su desempeño terminó de la peor manera al accidentarse en el Súper Especial de Potrero de los Funes que cerró la carrera (igualmente luego fue excluido por la situación vivida en la largada de la prueba especial anterior). “En el último tramo ya ni sabía ni escuchaba lo que me decía Santiago (García, su navegante)”, reveló.
De todas formas, y fiel a su estilo, Ale no piensa bajar los brazos. “Ya está, se perdió… Hoy tengo ganas de que llegue la fecha de Corrientes (la segunda del calendario, de 19 al 21 de abril). A mí me encanta subirme al auto y manejarlo, la paso bien haciendo eso y disfruto. Estoy con sed de revancha y somos conscientes de que contamos con un auto que es de punta”.
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