Kimi Räikkönen habla ya como nuevo piloto de Sauber, tras ser «degradado» en Ferrari para ser sustituido por el joven Charles Leclerc en 2019. El finlandés que se alejó de la Scuderia luego de haber estado durante los últimos cuatro años de forma consecutiva, sin una mala palabra por su parte, aceptó de buen grado su nuevo destino, el equipo de Peter Sauber que lo vio nacer en la F1 hace 18 años, allá por 2001.

«Esperamos que esta unión tenga un buen resultado para ambos, ése es el objetivo. Creo que podemos conseguirlo, aunque podría estar completamente equivocado. Tengo un buen presentimiento y por esa razón acepté regresar», afirmó Kimi en el sitio Crash. En realidad no es sólo un pálpito porque desde Maranello ya conocía de antemano los planes para seguir inyectando dinero y tecnología en Hinwil, con el fin de convertir a Sauber en el verdadero equipo «B» de Ferrari a partir de 2019.

Se trata de una tendencia que Red Bull va a acentuar con Toro Rosso (ambos con motor Honda) y que Mercedes podría estar pensando con Williams, una senda en la que McLaren F1 y Renault F1 tienden a quedar aislados respecto a los grandes equipos de la categoría.

El nuevo empuje previsto para Sauber sería quizá en detrimento de Haas, lo que le daría a Räikkönen la oportunidad de tener un buen auto, con el que incluso podría soñar con algún podio en el campeonato de este año. «No pensé en objetivos. Lo veremos cuando empecemos a manejar los nuevos coches. Veremos dónde estamos y dónde iremos por puras sensaciones. Es un desafío diferente, pero me gusta. Por eso lo acepté. Si se pregunta a la gente, hay muchas opiniones diferentes sobre cómo irá. Lo descubriremos y lo haremos lo mejor posible. Creo que tenemos una buena oportunidad para hacer grandes cosas», insistió Iceman, de 39 años.

Kimi recuerda sus primeros paso en la F1. «Estoy deseando volver a Sauber. Va a ser diferente en muchos aspectos, pero el objetivo seguirá siendo el mismo. Importan más las carreras puras que otras tipo de cosas allí», afirmó quizá señalando la vertiente política de la que un piloto debe estar pendiente en un equipo grande como Ferrari.

S.B