Andrea Dovizioso rechazó la primera oferta de renovación que le presentó Ducati, por más que desde ambas partes sigue existiendo la voluntad de llegar a un acuerdo.

Con los seis triunfos que acumuló la temporada pasada, en la que peleó con Marc Márquez por el título hasta la última fecha del calendario, el italiano se convirtió en la principal apuesta de la marca de Borgo Panigale. Sobre todo si se tienen en cuenta los problemas de adaptación que arrastra Jorge Lorenzo, su compañero, y que ponen en duda la continuidad del español en el taller de las motos rojas más allá del próximo 31 de diciembre.

Dovizioso, ganador del primer Gran Premio de la temporada, en Qatar, se fue de Austin como líder de la tabla general aunque con un margen de un solo punto sobre Márquez, su más inmediato perseguidor. El hecho de que hace justo un año a estas mismas alturas de la película, el de Forli casi estuviera deseando quemar su Desmosedici –sólo había sumado 30 puntos y figuraba el cuarto en la tabla, a 26 puntos del líder–, le ponen en una situación de fuerza en la pulseada que mantiene con su actual equipo para prolongar la relación que los une.

Ducati movió ficha hace unos días y le hizo llegar una primera oferta que, según el entorno del #04, está muy lejos de lo que él esperaba, dado el papel que desempeña en este momento. «Estamos lejos. Tuvimos una reunión con Ducati y finalmente quedamos en que hay que seguir trabajando para tratar de llegar a un punto en el que Andrea se sienta cómodo», aseguró Simone Battistella, agente de Dovi.

«El piloto no pide nada extraordinario, nada que se pueda considerar mucho más de lo que merece por el trabajo que está haciendo. Pero en estos momentos no estamos cerca de llegar a un acuerdo», agregó el representante. A pesar de esta primera negativa por parte de Dovizioso, nadie en el paddock ve realmente posible que cambie de equipo en 2019.

A los responsables de Ducati no se les pasa por la cabeza la posibilidad de perder al elemento que mejor conoce la Desmosedici y ésa es una palanca muy potente que el corredor está utilizando para disfrutar de las mejores condiciones posibles. Especialmente, después de haber firmado los dos últimos contratos a la baja y de estar cobrando casi una décima parte de los 12 millones de euos que gana su compañero, a quien supera en todas las estadísticas.

S.B