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Marc Márquez vivió toda una odisea para llegar a Termas de Río Hondo. Por distintos incidentes, pasaron 68 horas desde que salió de su casa, en Cervera (Lleida), hasta que llegó al aeropuerto de la localidad argentina.
Su viaje comenzó el lunes pasado. Su vuelo salía de Barcelona a Londres a las 18.00, pero optó por dejar su casa a las 12:00. «Era la operación retorno y quería ir con tiempo». Había mal tiempo en Inglaterra y se canceló con lo que no pudo tomar el vuelo que debía llevarlo luego a Buenos Aires. Así, optó por volverse a su domicilio con la intención de repetir la posibilidad a la jornada siguiente. Eso sí, hasta se entrenó con la bici esa mañana antes de regresar al aeropuerto barcelones. Su nueva combinación era Barcelona-Madrid-Buenos Aires. Pero el primero se retrasó y perdió el siguiente. Decidió quedarse a dormir en la capital de España. «Empezó a salir humo del avión. Cosa que, lógicamente, no hacía mucha gracia»
Ya el miércoles sí pudo salir con destino a Argentina, pero los chárter de Dorna ya se habían ido. Honda tuvo que poner inclusive un avión privado desde Ezeiza. Pero hasta en eso hubo un sobresalto. «Para rematar, allí fuimos a tomar una avioneta pequeña para llegar a tiempo al circuito. Empezó a salir humo del avión. Cosa que, lógicamente, no hizo mucha gracia. Justo cuando estábamos despegando se apagó un motor. Tuvimos que hacer un aterrizaje de emergencia. Después buscamos otro avión. No es lo mejor, pero cuando ves al equipo motivado se te pasa todo», contó.
Márquez llegó el jueves a las 3 de la madrugada hora local.Este año el reglamento cambió y se establecen multas para los pilotos si no van a las conferencias de prensa. Hay quien insinuó que si no llegaba el jueves a las 12 de la mañana podrían sancionarlo. Sin embargo, sus causas eran de fuerza mayor y seguro que el sentido común hubiera primado.